Almagro conversó con la artista y profesora sobre su comienzo en el arte y el contenido de sus obras.
Oriunda de Punta Arenas, titulada de diseño gráfico y artista de profesión, Jessica Restovic concibe el arte como su oxígeno y única manera de comunicación.
Su obra se entiende como relato de experiencia y de vida, un diálogo retrospectivo del frío, el aislamiento y el ritmo atemporal de su tierra natal con los intervalos incomprensible de Santiago, ciudad a la que llegó hace más de una década y a la que aún no se habitúa.
En sus materiales y propuesta visual se percibe su mensaje de tiempo y simpleza. A través de cinta adhesiva enrollada elabora patrones de movimiento contenido y ordenado, una protesta contra la velocidad manifestada en mucho trabajo y meditación con aspectos tridimensionales, orgánicos y de reciclaje.
Los primeros trabajos que hice con esto fueron porque tenía una alumna que trabajaba con cinta adhesiva y la botaba. Ahí nació todo y se volvió casi una obsesión.
